Ping Pong | Paz


1. ¿Cuál fue tu primera sensación cuándo abordaste el texto?
¡Qué difícil debe ser actuar esto!, recuerdo que lo leí en el colectivo camino al trabajo, Mariana me lo paso antes de que surgiera lo de montar la obra.
La sensación en el cuerpo fue de piel de gallina y de mucha emoción. Después le di mi humilde devolución a Mariana, pasaron algunos meses y ahora estoy poniendo el cuerpo a este texto.

2. ¿Cómo fue tu rutina en este mes de vertiginoso ensayo?
Uhhhhhhhhhhh días muy largos, a veces creo que no soy yo quien sobrevivió a este mes… Por las mañanas ensayos de Ábaco, al mediodía corría para el trabajo, a las 18 hs. caminaba (ya estaba un poco más cansada) depende el día de la semana para algún ensayo de otra obra o clase de teatro o clase de canto y tipo 01:00 a casa. Es bastante agotador pero es lo que quiero hacer aunque el cuerpo se queje a veces.

3. ¿Qué descubriste más allá de la superficie del texto?
Descubrí que el dolor se puede transformar en un proceso hermoso como éste. Descubrí personas lindas y amables que hicieron que transitara tranquilamente por este tiempo de tanta exposición en donde el actor compone su personaje.

4. ¿Qué expectativas tenés con la obra?
Dejar algo en las personas que nos vayan a ver, que cuando se sienten a cenar después de la función discutan sobre la obra… eso, que no es poco, ¿no?

5. Un momento feliz del proceso...
Cuando el living de la casa de Mariana empieza a transformarse en el espacio teatral, la rutina de tapar el espejo y la tele, acomodar los sillones, la mesa y las sillas cual rompecabezas. Al mismo tiempo, Ceci y yo nos vamos a cambiar al baño, esas mini charlas, es ahí donde aparecen los miedos mientras vocalizamos o pasamos el texto con un corcho en la boca… prepararnos para hacer lo que amamos, eso para mí es un momento de felicidad.